USM conmemora los 178 años del natalicio de Federico Santa María Carrera

La comunidad de la casa de estudios honra en el día de su nacimiento al filántropo que creyó en la educación científico-tecnológica como un motor de desarrollo para el país y legó una universidad que sigue continuando su legado. 

En conmemoración del 178 aniversario del nacimiento de don Federico Santa María Carrera hoy martes 15 de agosto, la universidad que lleva su nombre recuerda su duradero legado, que sigue resonando a través la formación de profesionales científico-tecnológicos que también esperan hacer del mundo un lugar mejor.

Federico Santa María Carrera, nacido en 1845 en Valparaíso en el hogar de Juan Antonio Santa María, un exitoso hombre de negocios, y Magdalena Carrera Aguirre, cuya descendencia se relaciona con el prócer José Miguel Carrera, arrancó su trayectoria laboral a los 14 años en una empresa naviera. Su iniciativa y talento comercial le permitieron destacarse como un visionario empresario, siendo aclamado tanto en Chile como en el extranjero. A lo largo de los años, amasó su fortuna principalmente en París, donde prosperó en la industria azucarera y el comercio marítimo.

Un vanguardista que superó su época, anticipándose a las demandas de su nación; un filántropo cuyo espíritu emprendedor y comprensión de la educación como catalizador de movilidad social son las características que lo definen. Así es como se rememora a don Federico Santa María Carrera en la USM, como una de las figuras más influyentes de nuestro país.

El rector de la USM, Juan Yuz, explica que “Federico Santa María es el responsable de que existamos como Universidad. El hizo un acto de generosidad gigantesco al dejar toda su fortuna para la creación de la institución, con foco en ciencia y tecnología, pero con una preocupación social por todo el país. Yo creo que eso es lo que más nos identifica como comunidad y la responsabilidad que tenemos con ese legado».

Su principal legado se inmortaliza en los miles de titulados que durante décadas ha formado la universidad que lleva su nombre, siendo su principal herencia la inquebrantable voluntad de brindar a los jóvenes menos afortunados la oportunidad de acceder al más alto grado del conocimiento humano.

Un legado eterno 

A casi dos siglos desde su nacimiento, docentes, estudiantes, exalumnos y funcionarios de la casa de estudios siguen honrando diariamente el legado y la memoria de don Federico Santa María. Fue un individuo coherente con sus convicciones, optando por destinar la mayor parte de su riqueza a la creación de la Escuela de Artes y Oficios y el Colegio de Ingenieros, con el fin de establecer una entidad que otorgara educación en los ámbitos humanístico, científico y profesional, y que contribuyera al avance de la enseñanza de la ciencia y tecnología en el país.

Estos ideales quedaron plasmados en su testamento, donde resalta su declaración de que era imperativo «elevar al proletariado de mi patria, brindando a los desfavorecidos y prometedores la oportunidad de alcanzar el pináculo del conocimiento humano; es responsabilidad de las clases acomodadas contribuir al desarrollo intelectual de los trabajadores». Una declaración que la USM mantiene presente en sus diversas áreas, fomentando la filosofía de «aprender haciendo», promoviendo la generación de soluciones innovadoras y adoptando nuevas herramientas de enseñanza y aprendizaje. Estas iniciativas se suman al ejemplo que Santa María personifica para sus estudiantes, quienes se motivan constantemente con la perspectiva de cumplir sus aspiraciones y ser agentes de cambio en la sociedad.

Al respecto Yuz destaca que “nuestro fundador tuvo la oportunidad de conocer todo el mundo, y con esto se dio cuenta de la importancia del bien común y de que los países progresan en la medida de que sus ciudadanos acceden a una mejor educación. Yo creo que esa fue su principal motivación para dejar toda su fortuna con un foco específico en proveer al proletariado de la patria, llegar al más alto grado del saber humano. Esa responsabilidad se basa en la experiencia que él tuvo, como pocos en su época, de conocer realidades, culturas e historias diversas».

En estos tiempos en que las nuevas tecnologías y la crisis climática han impulsado una reevaluación y reinvención de los métodos educativos, la Universidad Técnica Federico Santa María sigue comprometida con la formación de técnicos e ingenieros que contribuyan al progreso de Chile, buscando fortalecer el invaluable legado de su fundador.