En semanas recientes se ha discutido por qué cuesta tanto reducir el desempleo. Un elemento central en el mercado de trabajo y una diferencia fundamental con otros mercados, es que este se caracteriza por el matching. Si el servicio prestado no es homogéneo, será necesario emparejar las características de lo ofertado con lo demandado.
Se vuelve primordial que las aptitudes de un trabajador desempleado se relacionen con las habilidades requeridas en los trabajos disponibles. Si no se considera este tema y sólo se mide la tasa de desempleo y la cantidad de puestos vacantes, el problema se vuelve de difícil solución, pues los ciudadanos tienden a buscar trabajo en las áreas en donde tienen formación o experiencia.
Considerando lo anterior, una propuesta simple consiste en, además de contar el número de personas desocupadas, estudiar cómo se conforma ese grupo, cuáles son sus habilidades (un proxy de ellas está contenida en su último trabajo) así como caracterizar los perfiles de las ofertas de trabajo disponibles. Ello ayudaría a proveer soluciones más efectivas. Es cierto que, en algunos casos, el empleo en un sector puede tener una caída permanente por razones tecnológicas, como sería el efecto esperado de la inteligencia artificial. Aun así, si se requiere adaptar esa mano de obra a otro sector, la información serviría para establecer políticas públicas que ayuden a desarrollar nuevas habilidades en ese grupo de trabajadores, valoradas por los empleadores, facilitándoles así la búsqueda de empleo.
Un tema estrechamente relacionado con esto es la dificultad que enfrenta el país para subir la productividad. Parece la consecuencia lógica, considerando que las personas se ven obligadas a reubicarse en un trabajo para el cual no tienen formación o experiencia. Por lo tanto, un efecto colateral al mejorar el matching, es aumentar la productividad laboral.
Se puede argumentar que, en el proceso de reubicación laboral, algunas personas pueden quedar designadas en un cargo para el cual están sobrecalificadas, lo que no ocasionaría un efecto negativo en productividad. Sin embargo, si una persona toma un puesto laboral para el cual está sobrecalificada, entonces hunde en el desempleo a las personas con la calificación precisa para ese puesto laboral, dañando la productividad agregada.
Es comprensible que, en un escenario de elevado desempleo, las autoridades se concentren en medidas para reducirlo. Sin embargo, el método para lograrlo es muy importante para que el mercado laboral no se vuelva rígido.
Incluso en períodos de bajo desempleo, deberían estar activas las políticas públicas que buscan mejorar el matching, pues ello mejoraría la productividad de la fuerza laboral y con ello, los salarios.
La conciencia de las características de matching de este mercado, es la clave para el diseño de políticas públicas que reduzcan el desempleo y aumenten la productividad de la fuerza de trabajo.